Nunca había estado en la alta montaña
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Nunca había estado en la alta montaña
Nunca había estado en la alta montaña
En la frontera de mis cuarenta a cincuenta mayos, los recorridos que siempre había hecho no subían más allá de la baja y media montaña. Desde estos senderos había dos amigos a los que como gran conocedores de las altas cumbre de Sierra Nevada, José Antonio Aranda, siempre en mi recuerdo, y Natalio acudía yo para que me recordaran una vez más de oeste a este o de este a oeste los nombres de todas aquellas cimas que veían tan lejanas como inalcanzables. Un verano, tres amigos: Amalia, Dani y Natalio me brindaron la oportunidad de ser padrinos en mi bautismo de alta montaña. Partiendo del refugio del Postero Alto, ascendimos con gran agonía por mi parte, hasta el Puerto de Trevelez. La naturaleza quiso poner de su parte y recibí el agua bautismal en forma de lluvia acompañada de estruendosos truenos siendo tal mi desconcierto que a modo de auto consuelo pensaba que eran fuegos artificiales en mi honor. La montaña que tenía bajo mis pies era bastante respondona, pues a cada bramido de los cielos respondía con una queja, dándome la impresión que más que queja era un lamento desgarrado que hacía sentirme inseguro porque me daba cuenta de la fragilidad del terreno a pesar de su aparente consistencia. Por fin llegó la calma, ni aún teniendo a la vista la laguna de Juntillas, podía comprender como a la gente le atraía tanto Sierra Nevada, cuando yo lo único que veía era piedra sobre piedra. Nunca olvidaré cuando directamente le pregunté a Amalia: ¿y dime, cómo os puede gustar este paisaje tan desolador? ¿Acaso merece la pena tanto sufrimiento en la subida como para que lo único que te encuentres sea piedras y más piedras? Amalia sonrió y como si estuviera oyendo sus palabras ahora mismo, me dijo: “Ignacio, la Sierra es muy puta. Una vez que estás aquí te impregnas de tal forma de su esencia, que luego cuando vuelves a Granada y la miras, se te insinúa de tal forma que hasta la oyes susurrar: ven, ven”.
Mi primer amanecer en la Sierra fue a la vera de Juntillas, siendo testigo directo de la lucha por alumbrarnos que mantuvieron luna y sol, sol y luna. Al final la luna cedió con la promesa de volver, desapareciendo por mi derecha, mientras que el sol triunfante aparecía cada vez con más fuerza por la izquierda, barnizando con tintes dorados a los colosos que frente a mí se alineaban como guardianes de nuestros sueños. La respuesta que me había dado Amalia ya empezaba a comprenderla tímidamente.
Con el paso del tiempo todas las mañanas de camino al trabajo, tengo el privilegio de ver a la Señora y antes de que me corteje, soy yo el que le pregunto: ¿puedo ir a verte? Y siempre es el Veleta el que me responde con la interrogación que se me asemeja su silueta.
No pudiendo reprimir por más tiempo mi reencuentro con ella, esta mañana de domingo (24-05-09) me he propuesto no dejar pasar ni un día más y me he preparado para la ocasión. Conforme subía desde la Hoya de la Mora en dirección a los Lagunillos de la Virgen he tenido que cruzar numerosas veces las bandas níveas en que se ha convertido todo el manto como de armiño que el invierno le regaló. Manteniendo intacto este desde el observatorio hasta la Laguna de las Yeguas. Lugar desde el que decidí no continuar para abandonarme por completo a la observación de la Laguna, ahora que se puede hacer sin hacerse la pregunta de por qué el hombre ha de atacar de esa forma tan despiadada a la naturaleza cuando esta lo único que sabe hacer es brindarnos lo mejor de ella.
Adjunto os envío esta foto para que os hagáis una idea de como está la señora en la intimidad
.Mi primer amanecer en la Sierra fue a la vera de Juntillas, siendo testigo directo de la lucha por alumbrarnos que mantuvieron luna y sol, sol y luna. Al final la luna cedió con la promesa de volver, desapareciendo por mi derecha, mientras que el sol triunfante aparecía cada vez con más fuerza por la izquierda, barnizando con tintes dorados a los colosos que frente a mí se alineaban como guardianes de nuestros sueños. La respuesta que me había dado Amalia ya empezaba a comprenderla tímidamente.
Con el paso del tiempo todas las mañanas de camino al trabajo, tengo el privilegio de ver a la Señora y antes de que me corteje, soy yo el que le pregunto: ¿puedo ir a verte? Y siempre es el Veleta el que me responde con la interrogación que se me asemeja su silueta.
No pudiendo reprimir por más tiempo mi reencuentro con ella, esta mañana de domingo (24-05-09) me he propuesto no dejar pasar ni un día más y me he preparado para la ocasión. Conforme subía desde la Hoya de la Mora en dirección a los Lagunillos de la Virgen he tenido que cruzar numerosas veces las bandas níveas en que se ha convertido todo el manto como de armiño que el invierno le regaló. Manteniendo intacto este desde el observatorio hasta la Laguna de las Yeguas. Lugar desde el que decidí no continuar para abandonarme por completo a la observación de la Laguna, ahora que se puede hacer sin hacerse la pregunta de por qué el hombre ha de atacar de esa forma tan despiadada a la naturaleza cuando esta lo único que sabe hacer es brindarnos lo mejor de ella.
Adjunto os envío esta foto para que os hagáis una idea de como está la señora en la intimidad
Ignacio- Cantidad de envíos : 8
Fecha de inscripción : 08/02/2008
Gracias, Ignacio !
Muchas gracias Ignacio por compartir vivencias y esa foto de marco en el foro. Saludos campeón!
Más reflexiones
Bueno, por un lado me siento orgulloso de haberte iniciado en estas lides, pero por otro me siento algo culpable de haberte presentado a la "Señora", como tú la llamas o a la "Madame", como se podría denominar por eso del "puterío".
En resumidas cuentas, que te ha salido una reflexión o un escrito de lujo, amigo Ignacio. Por eso te animo a que nos muestres de vez en cuando alguna perla de estas y así contribuyas a darle vidilla este foro.
Un saludo.
En resumidas cuentas, que te ha salido una reflexión o un escrito de lujo, amigo Ignacio. Por eso te animo a que nos muestres de vez en cuando alguna perla de estas y así contribuyas a darle vidilla este foro.
Un saludo.
Gracias por leerme
Gracias por tener paciencia como para leer mi comentario y además tomaros la molestia de contestarme. A propósito de campeón, tengo interés que veias una foto de mi campeona Queen, quien nada más llegar a la laguna, y creyéndose que lo que veía en el borde era agua, se lanzó rápidamente. De buenas a primeras se encontró patinando, pues no contaba con el cristal de hielo que cubría esa parte. Enseguida la llamé para que no pasara a mayores el susto y así fue como acudió a mi llamada.
Ignacio- Cantidad de envíos : 8
Fecha de inscripción : 08/02/2008
Video de la Laguna de las Yeguas
Como complemento a lo que hemos visto en este tema, ahí va un ´corto vídeo de Queen admirando la laguna.
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